Un fraude por honorarios anticipados, tambiĂ©n conocido como cartas nigerianas o fraude 419, es un tipo de estafa en el que la vĂctima está convencida de adelantar dinero a un extraño. En todas estas estafas, la vĂctima debe esperar que se le devuelva una suma de dinero mucho mayor. La vĂctima, por supuesto, nunca recibe nada de este dinero. A continuaciĂłn te explicamos en quĂ© consiste esta estafa, los tipos existentes, los riesgos de caer en ellas y cĂłmo protegernos.
Un fraude por honorarios anticipados, tambiĂ©n conocido como cartas nigerianas o fraude 419, es un tipo de estafa en el que la vĂctima está convencida de adelantar dinero a un extraño. En todas estas estafas, la vĂctima debe esperar que se le devuelva una suma de dinero mucho mayor. La vĂctima, por supuesto, nunca recibe nada de este dinero. A continuaciĂłn te explicamos en quĂ© consiste esta estafa, los tipos existentes, los riesgos de caer en ellas y cĂłmo protegernos.
Los fraudes de cartas nigerianos combinan la amenaza del fraude de suplantación con una variación de un plan de tarifas anticipadas en el que una carta enviada por correo o email desde Nigeria ofrece al destinatario la “oportunidad” de compartir un porcentaje de millones de dólares que el autor, un autoproclamado funcionario del gobierno, está tratando de transferir ilegalmente fuera de Nigeria.
Se alienta al destinatario a enviar informaciĂłn al autor, como nombre del banco y nĂşmeros de cuenta, y otra informaciĂłn de identificaciĂłn utilizando un nĂşmero de fax que figura en la carta o la direcciĂłn de correo electrĂłnico de respuesta proporcionada en el mensaje.
El plan se basa en convencer a una vĂctima dispuesta, que ha demostrado una “propensiĂłn al robo” al responder a la invitaciĂłn, para enviar dinero al autor de la carta en Nigeria en varias entregas de cantidades crecientes por una variedad de razones.
El pago de impuestos, sobornos a funcionarios gubernamentales y honorarios legales a menudo se describen con gran detalle con la promesa de que todos los gastos se reembolsarán tan pronto como los fondos se retiren de Nigeria.
En realidad, los millones de dĂłlares no existen, y la vĂctima finalmente termina solo con pĂ©rdidas. Una vez que la vĂctima deja de enviar dinero, se sabe que los perpetradores usan la informaciĂłn personal y los cheques que recibieron para hacerse pasar por la vĂctima, drenando cuentas bancarias y saldos de tarjetas de crĂ©dito.