El origen de esta peculiar fiesta infantil, la Semana Santa Chiquita, se remonta con constancia documental a la segunda década del siglo XIX y se puede comprobar en el archivo general del Obispado de Córdoba, en la correspondencia del entonces Vicario de la Puente Don Gonzalo, Francisco de Paula Palma y Perellón, publicados por D. José segundo Jiménez RodrÃguez y que narran en plena época absolutista las disposiciones de la Iglesia por erradicar estas antiguas tradiciones asà dirá en su informe del dÃa 17 de Abril de 1819.
El 3 de mayo, el DÃa de la Cruz, equivalente al Viernes Santo de la Semana Santa de Puente Genil y el dÃa más importante de la festividad. Si bien, este año, debido a la pandemia por la Covid-19 los pasos chiquitos y figuras bÃblicas no procesionarán. Pero lo que es costumbre es que los niños escenifican y salen en procesión numerosos pasos o tronos a escala reducida portados y acompañados por niños o niñas indistintamente, creando un ambiente colorista tÃpico de la primavera andaluza.
En torno al DÃa de la Cruz los niños descubren qué es vestir los ropajes de las figuras bÃblicas, llevar un paso portando a Cristo o MarÃa, o desfilar vestido de romano.
Esta ha sido la segunda Semana Santa Chiquita consecutiva que no se ha celebrado por el coronavirus, si bien en esta ocasión, al menos se ha podido disfrutar de la exposición de pasos chiquitos y el pregón a cargo de Pedro González.