Andalucía cuenta a partir de hoy con 27 nuevos jueces que ocuparán juzgados unipersonales que se encontraban vacantes. Andalucía, junto con Cataluña, es la Comunidad a la que han sido destinados más jueces de la 71 promoción. De todos ellos, tres estarán destinados a la provincia cordobesa, uno en Baena, uno en Peñarroya-Pueblonuevo y el tercero en Puente Genil.
De los 27 nuevos jueces que han prometido o jurado hoy sus cargos, todos ellos actuarán como titulares de distintos juzgados unipersonales repartidos por todas las provincias andaluzas. Así, los 27 nuevos jueces irán destinados a Juzgados de Almería (tres), Cádiz (seis), Córdoba (tres), Granada (dos), Huelva (seis), Jaén (uno), Málaga (dos) y Sevilla (cuatro).
De los 27 nuevos jueces, hay 20 mujeres y siete hombres, por lo que las primeras representan un 74% del total. Y es que los 171 nuevos jueces de la 71 promoción son mayoritariamente mujeres: 125 mujeres y 46 hombres, por lo que representan el 73,1% del total.
Teniendo en cuenta el lugar de residencia habitual, Andalucía vuelve a ser la Comunidad Autónoma que más jueces aporta (29). Le siguen la Comunidad Valenciana (26), Madrid (22), Castilla y León (17), Canarias y Murcia (12 cada una), Asturias, Aragón y Cataluña (ocho cada una), y Galicia (siete), Extremadura (seis), Castilla-La Mancha (cinco), Navarra (cuatro), Cantabria (tres), País Vasco (dos), Baleares y La Rioja (uno cada una).
En el acto de jura o promesa de sus cargos ante la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el presidente, Lorenzo del Río, les ha recordado el compromiso y la responsabilidad que debe presidir su labor jurisdiccional. En este sentido, ha recordado a los nuevos jueces que deben comprometerse “con una función de servicio público entorno a un ideal de justicia”, ser siempre “fieles a la vocación de jueces, íntegros, responsables, serenos y trabajadores”.
Les ha animado a ejercer la judicatura “con ilusión y humanidad” y donde estén siempre presentes valores como la cercanía, integridad e independencia. En esa línea, ha señalado que aunque haya muchas razones para el desánimo, por los déficits materiales, de personal, de infraestructuras, de leyes procesales obsoletas, es necesario mantener “la ilusión y el compromiso permanente” para prestar un buen servicio a los ciudadanos.
Sin juristas entre los familiares directos
De los nuevos jueces de la 71 promoción, la media de edad de los alumnos es de 29 años, aunque los tres más jóvenes tenían 24 años al ingresar en la Escuela Judicial y el de más edad, 50. La mayor parte de ellos contaban entre 26 y 30 años cuando, hace dos años, empezaron esta fase de su formación como jueces, una profesión a la que casi la mitad (el 49,12%) decidieron dedicarse mientras cursaban la carrera de Derecho. Un 33,33% tomaron la decisión antes de empezar sus estudios universitarios y un 17, 54%, al terminar la licenciatura.
La tradición familiar no es el elemento determinante que llevó a los nuevos jueces y juezas a elegir la profesión. Las tres cuartas partes de los integrantes de la promoción (73,68%) ni ha tenido ni tiene familiares (hasta el segundo grado de consanguineidad) que ejerzan o hayan ejercido una profesión jurídica. De los que sí los tienen o han tenido, en el 7,02% de los casos son jueces o magistrados y en el 19,30 % desempeñan otra profesión jurídica.
Profesión vocacional
Las razones que más han pesado en la elección de la profesión de juez tienen que ver con la vocación por el derecho y por el ejercicio de la función jurisdiccional. Así, un 96 % de los alumnos han elegido ser jueces porque les gusta el derecho. De ellos, se muestran muy de acuerdo con esta afirmación el 74 % y bastante de acuerdo, el 22% restante.
De forma similar, la función del juez como garante de los derechos fundamentales es otro de los motivos que más han influido en los integrantes de la promoción a la hora de encaminar su vida profesional. Así, se muestra muy de acuerdo con esta idea el 66% y bastante de acuerdo, el 29%.
La independencia y la imparcialidad de la función judicial fue el principal atractivo de la profesión de juez para el 75% de los encuestados. Bastante de acuerdo con esa afirmación se ha mostrado también otro 20% de los alumnos.
Finalmente, casi la mitad de los nuevos jueces y juezas (43%) eligió la profesión para contribuir en la lucha contra la delincuencia. Un 44% más se sienten bastante identificados con esta opción.
El elemento determinante para ser juez fue el hecho de encarnar un poder del Estado para el 24% de los alumnos; para un 43%, la estabilidad en el empleo y la contribución con un servicio público fue la principal razón para un 56%. Las condiciones económicas de la profesión fueron la opción más elegida por un 9% de los encuestados.
El área Penal vuelve a ser la más atractiva para los nuevos jueces y juezas. El 32,47% de ellos querría ejercer en ese orden jurisdiccional en el futuro. Por orden de preferencia, le siguen el Civil (18,35%), Familia (12,24%), Menores (11,53%), Violencia sobre la Mujer (9,41%), Vigilancia Penitenciaria (5,41%), Mercantil (4,24%), Contencioso-Administrativo (3,53%) y Social (2,82%).