Entrevistamos al profesor de música y escritor, Álvaro de la Fuente , ya que su última publicación «Fosforito, un genio de la música» entrará a formar parte del Instituto Cervantes. Se trata de la institución pública creada por el Gobierno español en marzo de 1991 para dar respuesta a la necesidad estratégica de dar coherencia a la acción exterior del Estado en lo referido a la enseñanza del español y la promoción de la cultura española, tal y como establece su ley fundacional.
OK: Álvaro, tu libro “Fosforito, un genio de la música “formará parte del Instituto Cervantes, a través de La Cápsula del Tiempo. Primero, contextualízanos sobre esta institución.
Álvaro de la Fuente: Me gustaría puntualizar que en realidad se trata de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, que funciona como una especie de cápsula del tiempo, donde influyentes personalidades relacionadas con el mundo de la cultura hispánica depositan un legado escogido por ellos, perdurando en esa caja sin abrirse hasta la fecha que haya escogido el autor o la persona encargada. Dicho esto, más allá de que mi libro haya sido escogido por el maestro como parte del legado que quiere entregar en el Instituto Cervantes, lo más relevante, en mi opinión, es que un flamenco haya sido elegido por dicha institución para tan singular y simbólica actuación. Estamos hablando de la institución más importante, desde el punto de vista internacional, de divulgación de la cultura hispánica, y que un flamenco (¡el primero!) tenga su protagonismo en la Caja de las Letras, es un espaldarazo importantísimo a un arte musical que aún en España, en la tierra donde nació, está repleto de tópicos que lo minusvaloran, situándolo como una música tabernaria y estrictamente tradicional. Los españoles aún no somos conscientes, en términos generales, de la suerte que tenemos por ser los creadores de un ARTE con la riqueza musical, antropológica y literaria del flamenco. Por otro lado, me gustaría destacar un hecho irrefutable; que Fosforito haya elegido, entre las numerosísimas cosas que ha ido coleccionando a lo largo de sus nueve décadas de vida, un libro de divulgación del flamenco entre los más pequeños no debe de pasar desapercibido. El flamenco aún no forma parte, con naturalidad y de una manera sistémica, del sistema educativo obligatorio andaluz, un debe que aún tenemos la sociedad andaluza. No tiene sentido enseñarles a nuestros niños y niñas quién fue Mozart o Vivaldi, y que no conozcan quién fue la Niña de los Peines o el propio Fosforito. Los flamencos son los músicos más preclaros de la cultura andaluza, y su obra debe de darse a conocer en los colegios e institutos de toda Andalucía, núcleos importantísimos de transmisión cultural. No olvidemos que no se ama lo que no se conoce.
Por otro lado, para mí es un honor inmenso que Fosforito, un auténtico genio universal de la música, haya elegido mi libro para introducirlo en la Caja de las Letras de tan venerable institución, que se abrirá dentro de 100 años. El acto tendrá lugar el próximo 7 de mayo. Asimismo, como pontanés me siento muy orgulloso, ya que el arte flamenco va a entrar por la puerta grande en el Instituyo Cervantes a través de Fosforito, nuestro paisano más ilustre.
OK: Fosforito, ha elegido parte de sus obras, una la tuya… ¿cuáles son las otras y en base a qué la ha elegido?.
Álvaro de la Fuente: Según me contó el propio Fosforito cuando me lo comunicó por teléfono, las otras dos son: una réplica de la Llave de Oro del Cante y un disco con el genial Paco de Lucía y letras del poeta Antonio Murciano. Con relación al criterio que ha utilizado para elegirla, lo desconozco.
OK : ¿Quiénes forman parte de la Cápsula del tiempo?.
Álvaro de la Fuente: Forman parte alguno de los protagonistas más importantes de la cultura hispánica de las diferentes ramas del saber. Así nos encontramos a personajes tan variopintos como: García Márquez, Miguel Hernández, Luis García Berlanga, Ana María Matute, Francisco Ayala o Margarita Salas. ¡Qué satisfacción que Fosforito dentro de unos días comparta espacio con tan relevantes personalidades!
OK: ¿Cómo han ido las ventas del libro y donde lo has presentado y promocionado?.
Álvaro de la Fuente: Pues mira, no me puedo quejar, la verdad. Hice una tirada de 1000 ejemplares, y ya solo me quedan algo más de cien, circunstancia, a mi entender, bastante meritoria puesto que la promoción del libro ha corrido exclusivamente por mi cuenta a través de mis redes sociales, al haber editado yo mismo. Ahora una editorial se ha interesado en una próxima tirada, veremos qué pasa… Por otro lado, lo he presentado en numerosos lugares y foros. A ver si me acuerdo de todos: al pueblo de Puente Genil en el Casino Pontanes; a la comunidad educativa de Puente Genil y comarca en la Sala Fosforito;en el Instituto Andaluz de Flamenco; en la Peña Juan Breva de Málaga; en Lucena a través de su ayuntamiento;en la peña flamenca de Pedrera; en Jerez de la Frontera; en una peña flamenca de Écija; y en la Casa de Córdoba de Madrid. El 23 de abril (Día del Libro) se presentó en la Feria del Libro de Córdoba invitado por la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Córdoba, en donde también impartiré, ese mismo, día un taller para niños y niñasbasándome en el contenido del libro. Y el próximo 17 de mayo en Alhaurín de la Torre en el marco de la conmemoración del cincuenta aniversario de su festival, un lugar muy especial puesto que Fosforito vivió allí durante muchos años. Asimismo, en este momento me encuentro concretando algunas presentaciones más. Por cierto, el Ayuntamiento de Córdoba hace unos días adquirió 150 ejemplares que los repartirá entre todos los colegios de la capital, algo que me ilusiona especialmente, ya que como siempre me dice el maestro “este libro tiene que estar en los colegios de toda España”, je,je,je.
OK: Escribiste el libro con la intención, sobre todo, de trasladar a los escolares la figura del Maestro… ¿qué te has encontrado en el feedback?.
Álvaro de la Fuente: Pues mira, con muchas satisfacciones. En primer lugar, las procedentes de compañeros y familias de alumnado, que me han mostrado sus felicitaciones por el trabajo. Y, en segundo lugar, las de mi alumnado, que disfruta muchísimo con la lectura y escucha del libro. En estos meses lo ha leído, escuchado sus audios y realizado murales con dibujos, un alumnado que además tuvo la suerte de disfrutar de la visita del maestro el pasado 16 de noviembre, que fue todo un acontecimiento. Y con esto es con lo que me quedo, el ver la cara de ilusión de mis niños y niñas mientras practican el compás de los cantes o leen alguna de las aventuras del maestro no tiene precio. Por último, me gustaría destacar la buena acogida que ha tenido entre los aficionados cuando lo he presentado en las peñas, algo que no es fácil al tratarse de entidades, en general, muy herméticas y con unas características muy especiales.
