Con motivo de la celebración del 150 aniversario de la Policía Local, Puente Genil OK, va a desvelar una entrañable historia acontecida en nuestra localidad hace 34 años.
Una gélida noche del 26 de enero de 1985, la madre de la joven pontana Verónica Benjumea, embarazada de 7 meses, sintió dolores de parto. Vivía en la calle Bailén y se encontraba sola en casa con otros cuatro hijos menores de edad, ya que su marido por motivos laborales se hallaba fuera de Puente Genil.
La noche estaba tormentosa, fría y lluviosa- relata Verónica- y “mi madre que no tenía quien la socorriera, pensó en la cercanía de la jefatura de la Policía que entonces se encontraba ubicada en una estancia debajo del puente”.
La madre de nuestra protagonista sintió “cómo la cabeza del bebe estaba fuera”, mientras caminaba con dificultad por el puente sobre el río Genil.
Al llegar a la jefatura los agentes de guardia la subieron al vehículo con la intención de trasladarla al centro de salud. En concreto, la acompañaban los policías Manuel Palos (que en paz descanse) Miguel Angel Grant y Antonio Martín. Pero los tres se vieron envueltos en una situación, sin precedentes,ya que la madre de Verónica se puso de parto y cómo buenamente pudieron la atendieron en el coche policial, donde nació esta joven pontana.
La madre de Verónica, tremendamente agradecida a los agentes, decidió que el Cuerpo de la Policía fueran los padrinos de la pequeña. Y así sucedió, además por tratarse de una ocasión excepcional se bautizó ante la Patrona, la Purísima Concepción en su santuario, algo que no era habitual. Su madrina fue M. Carmen,la mujer de Martín y el policía Palos , su padrino.
Desde entonces “la niña de la Policía” mantiene un vínculo muy especial, sobre todo “con los más mayores” relata. Hoy en día todos están jubilados. Verónica disfrutó con ellos de la celebración de su 150 aniversario.
Más allá de historias desagradables, la policía guarda en su haber decenas de momentos entrañables como este, que ahora, con motivo de su efemérides salen a la luz.