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viernes, mayo 3, 2024

Marea Blanca en Sevilla reitera las exigencias de la ciudadanía y profesionales de la salud ante la situación sanitaria


Desde su primer Comunicado Público de fecha 15 de Marzo, Marea Blanca en Sevilla viene reiterando los temas más relevantes que la ciudadanía y los profesionales de la salud exigen en esta crisis pandémica del coronavirus: Equipos de Protección individual suficientes (EPIs), mascarillas, batas, guantes, gafas etc, respiradores, tests diagnósticos,… la situación de los ancianos en soledad o en residencias, y de las personas sin hogar… Posteriormente, en su segundo Comunicado Público, de fecha 17 de Marzo, además de lo anterior, insistimos muy específicamente en la necesidad de contar con test de diagnósticos suficientes y una alerta muy especial a la problemática de Salud Mental que el confinamiento está generando. Y finalmente, en el tercer Comunicado Público, de fecha 22 de Marzo, Marea Blanca, además de los puntos anteriores, Marea Blanca alertó sobre las confrontaciones entre Comunidades Autónomas por el reparto o distribución de las insuficientes mascarillas y la confrontación partidaria que se estaba produciendo, haciendo un llamamiento a la unidad de acción, la coordinación efectiva entre administraciones y técnicos y la solidaridad entre los territorios.
En este Cuarto Comunicado queremos, además de lo reiterado anteriormente (sobre todo la falta de EPIs y tests de diagnósticos), señalar tres cuestiones de la mayor relevancia para Marea Blanca en Sevilla:
1.-Sobre el tema de la Residencias de Ancianos, y reiterando nuevamente lo solicitado por la Marea Blanca al Defensor del Pueblo Andaluz el 21 de Febrero de 2019, estimamos del mayor interés social realizar una auditoría de la situación de las residencias de ancianos en Andalucía, en todos los aspectos residenciales, de alimentación, asistenciales y sanitarios. En esta entrevista, que fue hace más de un año, el Defensor del Pueblo recibió dicha propuesta con la convicción de que era una necesidad, incluso constatada a nivel estatal. No sabemos lo actuado al respecto, pero está claro que la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto la especial vulnerabilidad de nuestros mayores, tantos los que viven en soledad como los que viven en residencias que suelen adolecer de graves deficiencias. Y junto a ellos, los cuidadores, auxiliares y el personal asistencial que, así lo hemos detectado en numerosas Residencias geriátricas y servicios de ayuda a domicilio de nuestra provincia, carecen de equipos de protección individual suficientes que deben solucionarse de inmediato.
2.-Sobre los planes de contingencia, como procedimientos, acciones y dotaciones que se van a implementar para afrontar las posibles y graves incidencias que pueden darse en este periodo de la pandemia, en el entorno del llamado “pico máximo” y sus efectos colaterales, Marea Blanca en Sevilla quisiera hacer algunas precisiones y aportaciones al respecto.
Está claro que los cuatro riesgos más evidentes son los relacionados con el tiempo disponible, con los recursos humanos necesarios, las dotaciones de espacios e infraestucturas que van a necesitarse y los equipamientos imprescindibles para la asistencia sanitaria y social.
Sobre el factor tiempo, que tanto nos abruma, para llegar antes que “el pico y sus efectos” nos desborde, sólo podemos decir que el factor implícito para abordarlo se llama previsión, planificación previa. Y en esto, junto a la necesaria critica de que “vamos tarde” podríamos contraponer la optimista expresión de “llegaremos a tiempo”. Lo cierto y verdad es que el desmantelamiento o el deterioro habido estos años anteriores en la sanidad pública, con los recortes y privatizaciones, ha sido claramente la estrategia que más daño nos está haciendo estas semanas, estos meses. Lo público es la garantía de estabilidad y futuro; su destrucción o hipoteca a intereses privados es un riesgo altamente perjudicial. Lo estamos viendo y sufriendo. De cara al futuro, garantizar los recursos necesarios para mantener una sanidad pública, universal y de calidad es la mejor previsión para que esta situación no se repita
El Plan de Contingencia del Personal que se ha publicado en Boja, enmarcado en la estrategia de afrontar las necesidades de personal en esta crisis, adolece a nuestro entender de lagunas y contradicciones:
-La primera es que, aunque cuantifique posibles escenarios en personal sustraído de los Centros de salud, de los residentes y jubilados, no establece garantías, ni estabilidad, ni oportunidades de mejora ni incentivos. A Marea Blanca nos llegan fuertes críticas por parte de personal, sobre todo de enfermería y auxiliar con contratos precarios de 15 dias o un mes. Eso es poco estimulante para afrontar situaciones e elevado riesgo profesional. Es imprescindible mayor estabilidad en el empleo.
-Desmantelar temporalmente centros de salud con menos de 15 especialistas para llevar su personal a los “megacentros de urgencias hospitalarias” que puedan montarse, significa también quitar ese “dique de contención” que es la Atención Primaria en esos ámbitos. Quizas sea más eficiente dotar mejor esos centros de salud, a su personal sanitario, además de EPIs que no tienen suficientes, de tests diagnósticos y de acceso in situ a exploración radiológica y medicación según protocolo, para evitar que toda esa población que puede ser diagnosticada, valorada, vigilada e incluso tratada en sus casas, se vayan todos a los servicios de urgencias de los hospitales.
No queda clara, y parece estar sujeta a la negociación ,la posibilidad de prorrogar a los MIR sus contratos, pero esto si es sólo unos meses en las condiciones laborales formativas para tareas de mayor responsabilidad, no es de recibo. Igualmente, a los jubilados sólo se les ofrece que escojan entre actividades informativas o asistenciales sin mayores especificaciones y los colegios médicos con entidades privadas como Caja Sol están encauzando ese voluntariado, al que no se facilitan diferentes opciones, ni siquiera la formalidad contractual y de seguros de riesgos de los que van a disponer. Ante un escenario de riesgo profesional evidente, no resulta nada sugerente ni atractiva esa opción de voluntariado altruista.
El Plan de contingencia de infraestructuras y equipamientos no está publicado. Por lo que aparece en prensa, siguiendo la línea madrileña, se van a utilizar hoteles con escasa dotación de personal sanitario para ancianos contagiados y pacientes con sintomatología leve, así como espacios edificados de mayor dimensión (se habla del Palacio de Congresos y Exposiciones) para “hospitales de campaña” tipo IFEMA con el apoyo de contingentes militares.
Sin embargo, es de resaltar que no aparece para nada la utilización de las infraestructuras clínicas y hospitalarias privadas. El Ministro hizo dejación de las responsabilidades que le conciernen según lo establecido en el decreto por el que se declara el estado de alarma y en su primera presentación “ofreció” esta responsabilidad decisoria a los consejeros de las comunidades autónomas. De modo que sólo “en plan voluntario” y a veces de propaganda, un reducido número de pacientes con coronavirus son hospitalizados en clínicas privadas.
Marea Blanca considera que, con las competencias formuladas en ese decreto, el Ministerio debiera decretar, teniendo en cuenta las posibles aportaciones o sugerencias de las respectivas Consejerías, que “todas las infraestructuras y dotaciones hospitalarias y sanitarias de toda índole de carácter privado, quedarán adscritas funcionalmente a las direcciones o gerencias de los hospitales públicos de referencia, que a cada una de ellas se le asigne”. Es decir, el director o jefe de servicio asignado del hospital público, una vez colmatada la capacidad de pacientes en las urgencias de dicho hospital o en las plantas de hospitalización, podrá derivar con carácter inmediato al hospital privado adscrito a los pacientes que vayan llegando a las urgencias o que ya no haya camas para su ingreso, donde serán atendidos con arreglo a los protocolos asistenciales y terapéuticos establecidos en el Hospital Público.
El Plan de contingencia de equipamientos de protección, mascarillas, guantes, batas, gafas y otros instrumentales necesarios, material de limpieza y desinfección, etc deberán tener un espacio central de almacén desde donde cada día se harán los repartos correspondientes a las necesidades de cada centro.
3.-Sobre el tema de la confrontación política, Marea Blanca, además de lamentar el triste espectáculo de la demagogia partidista queriendo algunos aprovechar pseudoelectoralmente las circunstancias extremas que acontecen en la población, alerta de una auténtica campaña mediática, con iniciativas judiciales incluidas, encaminadas a “culpabilizar” al gobierno de España y al Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias de la crisis pandémica que estamos sufriendo, incluyendo en este paquete de culpabilidad a los movimientos sociales feministas por las manifestaciones del 8M –como si no se hubiesen celebrado en las mismas fechas multitud de encuentros deportivos, y manifestaciones de toda índole. A ojos de todo el mundo, cada día, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias ha venido informando de la evolución de la pandemia y de las decisiones más prudentes que debieran tomarse, sin que nadie fuese adivino del futuro y basándose en criterios epidemiológicos razonados. Hablamos de equipos técnicos, médicos, epidemiólogos, del CSIC y de entidades científicas de primer nivel, en conjunción con la propia Organización Mundial de la Salud. Y nadie puede extrañarse de que, ante un acontecimiento de esta magnitud con perfiles no conocidos con anterioridad, se hayan podido cometer errores en algunas de las decisiones. Pero esta forma parte de cualquier proceso de crisis, sea de la naturaleza que sea.
Por todo ello, consideramos que siguen siendo fundamentales el consenso, la unidad de acción y la colaboración compartida en el afrontamiento de esta crisis pandémica del coronavirus.

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