Álvaro Prieto murió electrocutado en el mismo complejo ferroviario de Santa Justa. Ni siquiera salió del entorno de la avenida Kansas City, esta es la triste y cruda realidad. A partir de ahí, «se acabó» como decía la querida María Jiménez. No caben más conjeturas, ni habladurías, ni nada…
Fuentes policiales detallan que las cámaras de la estación de servicio próxima al puente de la Carretera de Carmona también captaron a Álvaro Prieto el mismo día de su desaparición, el 12 de octubre, intentando acceder otra vez a la estación por la zona de los talleres. Este dato corrobora lo afirmado líneas anteriores.
Ahora recuerdos, homenajes, lamentaciones… lo que queramos y mucha, mucha tristeza. Es verdad, pero es lo que hay, la vida es así.
Es momento de dejar atrás teorías macabras este hijo de Córdoba. Sobre su vida, o sobre su muerte. Un ademán de ruleta rusa en el que la teoría más aceptada decide la vida…
El dolor más intenso, las sombras de la vida posan en la familia, y amigos íntimos de Álvaro quienes han solicitado expresamente a través de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba «que los medios de comunicación tengan la máxima discreción y respeto ante los distintos momentos y situaciones que tendrán lugar con motivo de su fallecimiento. Os agradecemos de antemano la colaboración, siempre pensando en el bienestar de la familia y en el respeto a su deseo de máxima intimidad en estos duros momentos: