Cruz Roja ha decidido adelantar de manera extraordinaria en Córdoba el seguimiento telefónico a personas mayores que, para prevenir los efectos de las altas temperaturas, hace su voluntariado cada verano.
Así, ante los registros históricos de calor de estos últimos días de abril, personal de la institución humanitaria está realizando las llamadas a los domicilios de personas mayores -para conocer su estado de salud y ofrecerles las recomendaciones ante la canícula- que habitualmente efectúa a mediados o finales de junio.
“Aunque es cierto que en Córdoba estamos muy acostumbrados al calor, las cifras que marcan los termómetros estos días son insólitas. Por eso, aunque no lo teníamos previsto, hemos decidido movilizar a nuestro voluntariado para que lleve a cabo esta tarea más propia del verano”, explica Valle Lara, trabajadora del programa de Atención a personas mayores de Cruz Roja.
Dichas llamadas –para las que se da prioridad a personas que viven solas- se realizan a través del servicio de Proximidad Local, que la institución humanitaria tiene en funcionamiento tanto en Córdoba como en la provincia. El centro de contacto encargado de coordinar todo este programa cuenta con agendas personales de los usuarios y usuarias, esto es, una base de datos en la que se almacena información sobre quienes requieren una especial atención por su situación de riesgo, enfermedad o vulnerabilidad.
De este modo, la iniciativa persigue no solo proporcionar información sobre cómo afrontar las altas temperaturas evitando riesgos para la salud, sino también detectar posibles casos de malestar de personas por el calor y activar, en el caso de que sea necesario, a los servicios de emergencia.
Esta actividad se enmarca dentro de los proyectos “Atención integral a personas mayores” y “Atención a personas en situación de soledad no deseada”, que cuentan con financiación de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, a través de los fondos procedentes de la asignación tributaria del 0,7% del IRPF, que se consignan marcando la casilla de “Actividades de Interés Social” de la declaración de la Renta: la llamada “x solidaria”.
Como se recuerda en la campaña que Cruz Roja pone en marcha cada año cuando llega la temporada estival, los problemas de salud asociados a las altas temperaturas pueden evitarse con medidas muy sencillas, como beber abundantes líquidos, refrescarse la cabeza, usar un abanico, vestir con ropas ligeras o evitar las comidas copiosas y pesadas.
Y es que el calor intenso puede tener una serie de efectos negativos sobre nuestra salud como debilidad, fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio o calambres, y son especialmente preocupantes para colectivos más vulnerables como la infancia o las personas mayores. No en vano, un tanto por ciento importante de la accidentabilidad de las personas mayores se debe a mareos y lipotimias.
Por ello, Cruz Roja anima a la ciudadanía a seguir estos consejos para evitar los posibles riesgos asociados. Entre otros, las insolaciones producidas por los fallos que en el mecanismo de la sudoración acaba provocando las temperaturas muy elevadas durante un periodo de tiempo prolongado.
Además de la edad, otros factores de riesgo añadido son las enfermedades del corazón o respiratorias, las demencias, la obesidad o la ingesta de medicamentos y alcohol. La institución humanitaria recuerda que, en caso de encontrarse mal por el calor, se debe parar la actividad que se esté haciendo, buscar un sitio fresco y pedir ayuda.