Este viernes, las calles de Puente Genil volvieron a llenarse de color, de voces diversas y de convicciones firmes. Con motivo del Orgullo 2025, la localidad celebró la octava edición de su Marcha LGTBIQ+, organizada por la Asociación de Mujeres de Puente Genil, consolidándose como un acto imprescindible para reivindicar los derechos del colectivo y defender la igualdad real en nuestra sociedad.
La marcha arrancó a las 21:00 desde la calle Susana Benítez, en los aledaños del Parque del Romeral, y recorrió con fuerza y alegría el corazón del municipio hasta llegar al Parque del Tropezón. Allí, bajo un ambiente festivo pero profundamente comprometido, se leyó un manifiesto por la igualdad, el respeto y la tolerancia, recordando que no hay justicia social sin derechos para todas las personas.
Este año, el evento adquirió una carga simbólica especial al coincidir con el vigésimo aniversario del matrimonio igualitario en España, una conquista que marcó un antes y un después en nuestra historia democrática. Por este motivo, la organización desplegó una impresionante bandera inclusiva de 15 metros, que fue portada colectivamente durante el recorrido como símbolo de unidad, diversidad y visibilidad.
“Queríamos que la gente se animara a ondear esta bandera por nuestras calles, para dar visibilidad a quienes todavía viven con miedo al rechazo y la discriminación”, explicó Laura Ruiz, secretaria de la Asociación de Mujeres, quien subrayó que esta marcha fue un gesto colectivo y abierto, “una marcha para todas las personas”.
Desde la asociación se destacó la implicación ciudadana y se hizo un llamamiento a los medios y a la sociedad pontanesa para amplificar el mensaje de igualdad, inclusión y libertad. Porque como bien recordaron desde la organización, la diversidad no es una excepción: es la norma. Y porque sin accesibilidad, no hay derechos.


