El Magno Vía Crucis de las Cofradías de la diócesis de Córdoba se presenta para la Hermandad de la Santa Cruz de Puente Genil como una ocasión histórica en la que el cortejo de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos mostrará al pueblo cordobés notables estrenos que realzarán su presencia en esta gran manifestación pública de fe cristiana.
La gran novedad será la incorporación de los respiraderos del paso, obra del tallista Pedro Benítez Carrión, de Mairena del Alcor. En su parte frontal y trasera ya se aprecia la riqueza barroca que define la canastilla: un diálogo de motivos vegetales y querubines que evocan la gloria celeste.
Los laterales, aún en proceso de talla, esperan completar este conjunto para la Semana Santa de 2026. No menos llamativa será la nueva cruz de guía, tallada sobre cedro real por el artista pontanés Francisco Laguna García. En ella resplandece el estilo neobarroco con hojas de acanto, molduras y ráfagas, mientras las dos cartelas del crucero centran la mirada: en el anverso, el rostro de Afligidos bajo la frase “Ecce Homo”; en el reverso, el lema de la hermandad “In hoc signo vinces”. Abajo otras dos cartelas menores presentan motivos heráldicos. El acabado en caoba y oro viejo aporta a la pieza una sobriedad majestuosa.
El cortejo se verá asimismo enriquecido con un nuevo juego de varas de mando plateadas, la vara dorada del Cofrade Mayor y una pértiga para el cuerpo de acólitos, ejecutadas en el taller de Paula Orfebres de Lucena.
La hermandad está ya totalmente inmersa en los actos del Magno Viacrucis, no en vano el pasado domingo celebró misa de confraternidad con las hermandades de la Parroquia de San Andrés (Esperanza, Buen Suceso y Nazareno) donde se encuentra acogida la imagen de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos. Numerosos hermanos llegados desde Puente Genil compartieron la emoción de un acto que preludia lo que será una jornada para la historia.
