San Valentín…Paz Melero
Que mejor ocasión para dar gracias a Dios porque siga a tu lado. Esa persona que te conoce con tus miserias, sin filtros. Que elige compartir la vida contigo, venga lo que venga.
Si habéis hecho alguna vez a una pareja, de cualquier edad las preguntas: y vosotros ¿cómo os conocisteis?, ¿cómo empezasteis a salir? Algunas historias de amor son dignas de película, otras…bueno. Pero lo mejor es la cara que ponen mientras lo cuentan.
El amor verdadero que ama sin límites, respeta sin límites, merece un día de nuestro calendario. Las opciones son infinitas, se trata de sorprender a ese alguien, con algo que no, necesariamente, ha de ser muy costoso. Escribir una carta, ahora que ya han pasado a un segundo plano, puede ser un recuerdo para toda la vida. Busca papel, boli y expresa a tu amor lo que sientes, habla del contexto en el que nos encontramos. Seguro que, dentro de muchos años, cuando toda esta situación de la pandemia pertenezca al pasado, leer una carta escrita en plena tercera ola, nos hará apreciar mucho más el presente que estaremos viviendo.
Busca en libros de poemas de Gustavo Adolfo Bécquer, que están repletos de líneas de quitar el hipo, si alguien te las escribe. Elige el que más te guste, el que más os identifique y descubre que lo que escribió este autor hace dos siglos, puede ser completamente actual, y emocionar igual en 2021.
Preparar una cena para dos, con platos que no han de suponer un despliegue gastronómico, ni muy suculentos. Un pescado a la sal, que simplemente tapamos con sal y al horno; unos espaguetis de mil maneras cocinados y unas fresas cubiertas de chocolate, pueden formar parte de un menú de lo más romántico. Acompañados por supuesto de vinos espumosos rosé, vinos blancos o frizzantes y lambruscos.
La mayoría de cavas y champanes cuentan con su versión rose, ideal para una cena así. Elaborado con uvas tintas, de las que obtiene ese color. Resulta fresco, aromático, afrutado, muy agradable. Incluso los hay que se denominan “ice” porque se toman con hielo, como los refrescos, eso si en copa flauta. Freixenet ICE Rose o Juve Camps Rose pueden ser un ejemplo.
Si nos decantamos por elaborar un plato de pasta, podemos acompañarlo con Lambrusco. Un vino que no goza de buena fama entre los entendidos y que se dice que es el favorito de los que no les gusta el vino…. Yo opino que son bobadas, que los verdaderos expertos en vino saben qué beber en cada ocasión. Pues se trata de un vino muy fácil de beber, se fermenta parcialmente o bien se le añade mosto para conseguir ese dulzor. Un vino italiano joven, con burbuja con tantos seguidores que resulta todo un best seller. Como los frizzantes, vinos con burbuja frescos y afrutados, con muy poca graduación.
Bienvenidos los planes para dos tan necesarios y los detalles que salen del alma.