El primer día de cole …
Hoy, como todos los días 10 de septiembre, los colegios abren nuevamente sus
puertas para recibir a sus alumnos después de las vacaciones de verano. Toda la comunidad educativa, familias, alumnos y docentes, están expectantes ante el nuevo curso, especialmente los pequeños, con diferentes deseos, ilusiones y miedos normales en estas edades. Muchos niños vuelven con ilusión al colegio, pero también es lícito tener desasosiego ante el desconocimiento, ya sea por ser la primera vez, por cambio de maestr@ o por innumerables motivos más que puedan pasar por la cabeza de nuestros hijos, todos ellos entendibles.
En caso de que estés interesad@, aquí van algunas recomendaciones para ayudar a tu hij@ a sobrellevar los primeros días, por si, a pesar de la alegría de volver a ver a sus amigos, siente cierta inseguridad o si, simplemente, quieres fomentar su motivación por ir al colegio:
Hablar con el niñ@ sobre sus expectativas, ilusiones y miedos con naturalidad, validando sus emociones, por irreales o pueriles que nos parezcan, y ayudándoles a tener seguridad desde una postura sosegada y tranquila.
Intentar no perder los nervios ante una situación estresante. Si se pone a llorar o se siente triste, mantén la calma, sonríele y háblale con cariño para que poco a poco entienda que no le va a ocurrir nada malo. Si te siente nervioso o apenado por la situación, puede que entienda que es porque no le espera nada bueno dentro del centro.
No hacer promesas que no vayas a cumplir. Si te pide que lo recojas y no vas a poder, mejor decir la verdad a que luego se sienta engañado o abandonado. Para contrarrestarlo, puedes prometerle que por la tarde haréis algo juntos.
En casa, no hablar del colegio como si fuera un castigo para los niños. Una frase que define muy bien esta idea es la que se les dice cuando estamos enfadados: “¡¡¡Qué ganas tengo de llevarte al cole y que me dejes tranquil@!!! Al decir esto, estamos fomentando la idea de que los niños son un trasto y el cole es la forma de castigar ese mal comportamiento.
No poner nuestras expectativas en las notas, sino en el aprendizaje y en el disfrute por conocer, experimentar y disfrutar. Es más importante reforzar positivamente las ganas de aprender, porque, el aprendizaje nos lleva al aprobado, pero el aprobado no es necesariamente un aprendizaje.
Dejarles un mensaje por escrito o en persona del tipo: “Tú puedes”, “Confío en ti”, “Los errores son el camino hacia el aprendizaje”, “Te quiero”…, al menos un día a la semana. Motivarlos a mejorar, creer que pueden hacerlo y decirles que los quieres a pesar de sus errores, es fundamental para que se animen a seguir mejorando día a día.
Ayudarles a planificar su horario semanal de las tardes, dejando hueco para las tareas, diferentes actividades, salidas y descansos, limitando las horas de tele, móvil, tablet y ordenador.
Incidir en la necesidad de que tengan un tiempo para no hacer nada. El aburrirse es la fuente de la creatividad, inventar es algo natural cuando se aburren y no es sano que se les ayude a hacer algo para que no se aburran, sino que ellos aprendan a buscar actividades de interés e inventar algo para salir de ese aburrimiento.
Hacerle responsable de sus propias actividades y tareas. Un claro ejemplo son las tareas olvidadas o cuando el niño falta al cole. En este caso, es recomendable que sea el menor el que llame a un compañer@ por privado para preguntarle, nunca en los grupos de WhatsApp.
Tener una rutina horaria para la cena y acostarse temprano con un buen libro. Tener las suficientes horas de sueño hace que se maximice el aprendizaje al día siguiente.
Ser padres es agotador, es un trabajo 24 horas 7 días a la semana del que no se puede descansar. Pero la infancia pasa demasiado rápido y luego, de la noche a la mañana, se acaba. Disfrutemos la infancia de nuestros hijos, ahora que podemos.
¡Feliz inicio de curso a todos!