Jesucristo manifiesta su poder desde la misericordia y el amor de Dios.
Citas:
1ยช lectura: Daniel 7,13-14.
Salmo: 92 El Seรฑor reina, vestido de majestad.
2ยช lectura: Libro del Apocalipsis1,5-8.
Evangelio: Juan 18,33b-37.
Comentario: En nuestra historia humana hemos podido comprobar lo nefasto de la ideologรญa del reinado, del poder, del imperialismoโฆ y cรณmo, el aferrarse a ella ha venido provocando: injusticias, conflictos y guerras cada vez mayores; manchando la tierra con la sangre de inocentes a los que no se les ha dejado vivir su existencia y de cuya muerte, los รบnicos responsables son sus mandatarios; provocadores e iniciadores de tales conflictos y guerras.
La lรณgica egoรญsta e individualista de la riqueza, de los mercados y del poder ha ido pervirtiendo todos los รกmbitos, acabando incluso con aquellos en los que la entrega y la gratuidad se daban por hecho, como es la familia.
Aunque proclamamos los derechos y la dignidad inviolable de todos los seres humanos, valoramos a las personas por su consumo, por lo rentables que son econรณmicamente y por el crecimiento econรณmico que nos aportan; y en torno a todo ello creamos nuestros estados e imperios, sin atender a cada persona en su necesidad existencial. Pero no ha habido ni habrรก en la tierra ningรบn imperio de este tipo que permanezca para siempre si es inhumano, opresor y se basa en la injusticia, la insolidaridad, y la mentira del poder y del crecimiento econรณmico, aunque pretenda ser o parecer divino.
Nuestra รบnica esperanza no puede estar basada en el poder econรณmico, ni polรญtico, ni del desarrollo armamentรญstico; sino que hay que sustentarla en el poder del Espรญritu de Jesucristo; el Espรญritu de Dios hecho hombre que nos ha traรญdo, para siempre, un reino de justicia, de paz y de fraternidad, desde el perdรณn, la misericordia y el amor, para liberarnos asรญ del mal y de la muerte; haciรฉndonos dignos hijos suyos y partรญcipes de su eternidad y de su gloria.
Jesรบs Nazareno viene a darnos testimonio como rey de ese reinado, para siempre, con sus palabras y obras en favor nuestro, de toda la humanidad; con su sacrificio y muerte en la cruz. Un reino que no es de este mundo porque no se asienta sobre la mentira, la tiranรญa y la injusticia del poder humano y de la riqueza, sino sobre la verdad de la realidad humana y de la sabidurรญa del Dios de la vida. Un reino que ha de construirse desde el corazรณn del ser humano como persona y desde esa verdad de Dios que los que se consideran poderosos se niegan a escuchar; anclados en sus egoรญsmos y creyรฉndose inmortales; separados de los demรกs y de lo que en sรญ mismo es Dios: camino, verdad y vida desde la misericordia y el amor.