El encaje de bolillos es una técnica de encaje textil, considerada como un oficio artesanal, que consiste en entretejer hilos que inicialmente están enrollados en bobinas, llamadas bolillos, para manejarlos mejor. A medida que progresa el trabajo, el tejido se sujeta mediante alfileres clavados en una almohadilla, que se llama «mundillo». El lugar de los alfileres normalmente viene determinado por un patrón de agujeritos en la almohadilla, también conocido como «picado». Y así podríamos seguir descubriendo un mundo que Puente Genil ha puesto en valor con la organización del Encuentro de Bolillo que está cumpliendo se XXI edición . Este año, como novedad, en un nuevo enclave, la caseta municipal bajo la carpa de 800 metros y con la organización de la Asociación de Mujeres «María Górriz». Un espacio más ágil para facilitar el aparcamiento y ofrecer un espacio más amplio y cómodo tanto para el público como para los participantes.
Han inaugurado el evento la concejala de Igualdad, Asunción César y la presidenta del colectivo, Loli Jiménez, junto a las ediles de Turismo, María Delgado y Participación Ciudadana, Almudena Bascó.
César ha reiterado el apoyo del Ayuntamiento «a las tradiciones», mientras que Jiménez ha cifrado en más de 300 las encajeras participantes procedentes de 15 localidades distintas desde municipios de la provincia de Córdoba, Málaga, Cádiz hasta de Cataluña. A esta cifra hay que sumarle los 200 acompañantes, además se han instalado once puestos de venta de piezas para la práctica de eta artesanía. Uno de ellos con productos alimenticios típicos de Puente Genil. Jiménez ha valorado este emplazamiento y ha pedido al consistorio poder contar con él para el próximo año.
La edición de este año cuenta con talleres y demostraciones en vivo, elementos imprescindibles para mantener viva esta práctica y difundirla entre las nuevas generaciones.
El evento sigue siendo un referente cultural y artesanal a nivel nacional.
