Hoy se ha producido el segundo cierre de las persianas de todas las actividades no esenciales en Puente Genil y en Andalucía. Este apagón comercial significa al mismo tiempo un entristecimiento social y un cierre a la vida habitual. Posiblemente será necesario, pero ahí entraríamos en el libro de las opiniones, que es tan amplio como cuantas páginas quisiéramos incorporar.
La cuestión de la restricción horaria más allá del recorte temporal tiene que ver con las costumbres, y eso es lo que están constatando los comerciantes. Es decir, que no nos es habitual comprar a las cuatro de la tarde, por el contrario en nuestra tierra somos asiduos a realizar las compras en dos tramos horarios, o durante la mañana o a última hora de la tarde. Por lo que muchos de ellos consideran que «las tarde están perdidas», otro apunta que «no entiendo por qué la movilidad sí está permitida hasta las 22 horas, durante ese tiempo también se puede contagiar».
Visiones y valoraciones en paralelo a las medidas decretadas por el gobierno andaluz, hay muchas. Pero lo que no falla son las estadísticas, es decir, el porcentaje de ventas y en este aspecto coinciden en una reducción entre el 30 y el 50% . En el caso de la hostelería las pérdidas, en algunos casos , superan esos porcentajes.
Por todas estas cuestiones el comercio local pide el apoyo de los clientes para que arropen en estos momentos tan convulsos a los negocios de proximidad.