La juventud cordobesa es comprometida y solidaria. O al menos esa conclusión se puede extraer de las cifras de adhesiones que maneja Cruz Roja en Córdoba, según las cuales 1.729 de las 4.808 personas (un 36 por ciento) que regalan parte de su tiempo como voluntarias a la institución humanitaria en la provincia tienen 30 años o menos.
Por ello, Cruz Roja, en el marco del Día Internacional de la Juventud celebrado el pasado 12 agosto, aprovecha para reivindicar esa actitud altruista y su papel en la sociedad, al tiempo que recuerda, bajo el lema ’10 millones de formas de ser joven’, que no existe un solo camino correcto y reivindica la importancia de respetar los diferentes caminos que cada persona elija a lo largo de su vida.
El perfil mayoritario del voluntariado joven es una mujer, estudiante, que cursa estudios superiores o de grado, participa en más de un proyecto y tiene una permanencia en la organización superior a tres años.
Las motivaciones para realizar voluntariado por parte de la población juvenil son diversas, pero mayoritariamente manifiestan querer hacer algo para mejorar su entorno y prefieren participar en actividades con los colectivos de infancia y juventud.
Precisamente por ello, buena parte de los menores de 30 años que participan en la institución humanitaria lo hace dentro de Cruz Roja Juventud (CRJ), sección juvenil de Cruz Roja con más de 40 años de trayectoria.
«Muchas personas jóvenes vienen a tener una experiencia solidaria, a probar el voluntariado. Cuando sientes que puedes ayudar a mejorar la vida de las personas que están pasando un mal momento, es cuando decides quedarte. Al final todas las personas voluntarias coincidimos en una cosa: al hacer voluntariado, recibes más de lo que das”, explica Eva Quesada, técnica provincial de Voluntariado de Cruz Roja.