El casino pontanés acogía esta mañana el acto oficial, por el que el Ayuntamiento de la localidad recepciona el legado del cantaor, Juan García Ruiz, «Niño Hierro», cedido por su familia. En nombre de esta su nieto, ha estado presente su nieto Emilio García. En representación del Ayuntamiento el concejal de Presidencia, Javier Villafranca y la edil de Cultura, María Delgado.
Emilio García ha informado que la cesión corresponde al legado que durante «más de 40 años hemos recopilado como grabaciones directas suyas, parte de su vida personal como homenajes que le han hecho, placas conmemorativas», manifestó que su abuelo «tenía un anhelo de que ysus cosas estuviesen en su pueblo». Deseo que se materializó en «una visita que nos hizo el alcalde y teniente de alcalde a nuestra pequeño mueso en Córdoba». Pero a partir de ahora , «todo este material estará en su pueblo, junto al «Terrible» y con sus cosas flamencas». García agradeció al Ayuntamiento y a las peñas flamencas la cobertura. los agradezco a la ayuntamiento y a las peñas.
El acto ha consistido en una conferencia sobre el cantaor con motivo del 125 aniversario, que cumplirá mañana, a cargo de Pepe Expósito, ha terminado con una actuación flamenca a cargo de Jorge Vilchez y Jesús Zarrias.
Villafranca ha puesto en valor » la generosidad con Puente Genil para que sea su pueblo donde se guarde su archivo, un archivo preciosos que ya ha recibido el ayuntamiento», y que de ubicará «en el edificio museístico de Los Frailes, la idea que tenemos es completar la sala Fosforito y queremos abrigarlo con un gran museo flamenco de Puente Genil, esta será la primera donación».
El teniente de alcalde aprovechó la ocasión para «pedir a familias de estudiosos, de flamencos que guarden con celo parte de sus archivos de familias flamencas que los cedan al Ayuntamiento para que tengamos en los Frailes un gran archivo que corresponda al mundo flamenco de Puente Genil».
Juan García Ruiz, más conocido como «Niño Hierro» (Puente Genil, Córdoba, 1899-1987), fue un célebre cantaor de flamenco y un gran renovador de la saeta cuartelera junto a su hermano Manuel. Su talento y dedicación lo llevaron a recibir diversas distinciones, entre ellas, el Primer Premio de Saetas celebrado en el Teatro Pardiñas de Madrid en 1928. Considerado una de las figuras más relevantes en la historia del flamenco durante el primer cuarto del siglo XX, su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas.