“Miedo”. Esa es la palabra que predomina entre los vecinos de la urbanización de San Luis, que esta tarde ha sido nuevamente objetivo de un robo, el cuarto en menos de un mes.
El asalto se produjo pasadas las 19:30 horas, mientras la vivienda estaba vacía, siguiendo un patrón que parece repetirse: los ladrones vigilan el lugar y esperan a que los propietarios se ausenten para entrar. Según las primeras informaciones, los delincuentes logran sortear las medidas de seguridad y se centran en objetos de fácil acceso y alto valor, como joyas y dinero en efectivo. Todo indica que operan con un conocimiento preciso del tiempo que tardan las patrullas en llegar, abandonando la vivienda antes de ser detectados.
La sensación de inseguridad es creciente en esta urbanización, una de las más habitadas de Puente Genil, donde los residentes se sienten “sitiados” por los delincuentes. Aunque aún no se han identificado a los autores, los vecinos no descartan implementar medidas de vigilancia interna, colaborando estrechamente entre ellos para protegerse.
Tras el aviso a las autoridades, agentes de la Policía Local y la Guardia Civil se desplazaron rápidamente al lugar del robo. La colaboración vecinal ha sido clave, poniendo a disposición de los investigadores las grabaciones de las cámaras de seguridad privadas para tratar de identificar a los responsables.
La preocupación en San Luis viene de semanas atrás. A finales de noviembre, tres viviendas de la urbanización fueron asaltadas en un breve lapso de tiempo, siempre al anochecer, entre las 20:00 y las 21:30 horas, aprovechando la ausencia de los propietarios. En esos casos, al igual que en el robo más reciente, los ladrones accedieron por puertas o ventanas y actuaron con rapidez y precisión, evitando ser interceptados.
El pasado 26 de noviembre, la asociación de vecinos de la Ribera de San Luis convocó una asamblea extraordinaria para abordar la creciente sensación de inseguridad. En la reunión se discutieron los robos recientes y se plantearon medidas para fortalecer la seguridad en la zona. Los vecinos acordaron exigir a las autoridades un aumento de las patrullas y recursos de vigilancia, al tiempo que propusieron extremar las precauciones personales y comunitarias para proteger tanto las viviendas como a las familias.
Mientras las investigaciones continúan, los residentes esperan que las autoridades refuercen las medidas de seguridad para devolver la tranquilidad a esta comunidad.