La Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados vuelve a procesionar por el centro de la ciudad.
El paso, sostenido por cerca de 40 horquilleros y horquilleras, va acompañado musicalmente por la Banda de Música Inmaculada Concepción y, abriendo el cortejo, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, que celebra su 25º aniversario y mantiene una estrecha vinculación con la Hermandad.
La Virgen luce su saya más reciente, obra de Cristian Redondo y donación de la hermana Conchi Almeda, junto a un manto de tisú de plata bordado en oro, también regalo de la misma hermana, estrenado en el 75º aniversario de la Hermandad. Entre los elementos destacados del ajuar, figuran la Medalla de la Patrona, la Medalla de la Villa y broches donados por hermanos y familiares.
El Hermano Mayor de este año es Antonio Jesús Álvarez Aguilar, conocido comerciante local, cuya elección está marcada por una curiosa coincidencia familiar en el sorteo. Desde entonces, se entrega con gran dedicación a la Hermandad.
El paso cuenta con la coordinación del jefe de bastoneros Francisco Benítez Moscoso y con el trabajo de cerca de veinte camareras bajo la coordinación de Rafi Arrabal. Al frente de la Hermandad está Alberto Saldaña Caracuel, reelegido presidente hasta 2027, con una trayectoria vinculada a la cofradía desde 2004.
Un crespón negro adorna el paso como señal de luto, en memoria de figuras muy queridas como Matilde Reina Aguilar, Juan García López, Manuel Benítez Arjona o Plácido Pérez.
La procesión mantiene su itinerario habitual e incluye la participación de distintas hermandades locales. La Reina de las Fiestas, Alexandra Merino Martínez, encabeza el grupo de mantillas.
Actualmente, la Hermandad cuenta con unos 450 hermanos y, tras los actos del 75 aniversario, centra sus esfuerzos en la labor social junto a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y en la mejora progresiva del paso procesional.