Ernesto Cáceres, ESCRITOR y ABOGADO, dedica una reseña al último libro de Emilio Pozo «117 Cantares y un Romance por Bulerías».
XXII
«Tuve una suerte infinita
reservada para mí
que fue nacer y es vivir
en esta tierra bendita
llamada Puente Genil.»
XXXV
«Sus riberas y su gente
me gustan del pueblo mío.
Las dos orillas del río,
el cauce bajo los puentes
y los membrillos floríos.»
LVII
«No se puede reponer
cantarito que se quiebra
no existe aguja ni hebra
ni manera de coser
los añicos de la piedra.»
EMILIO POZO. Admirable cómo nuestro querido paisano domina el lenguaje flamenco, modelando con la sencillez y la hondura de su arcilla verbal, ese barro cobrizo de olivares y pasiones de siglos que nace desde su centro de hombre sabio del pueblo, sentencias inapelables y requiebros de miel y romero a su Andalucía y a sus seres queridos.
En mucha sabiduría hay mucho dolor, dice el Eclesiastés. Las lomas de nuestro valle a la hora de la calima y el agua de la acequia laten en ti, amigo Emilio.
El laurel es tuyo. Abrazos y bendiciones. ERNESTO CÁCERES