Este medio de comunicación publica el siguiente comunicado remitido por la familia Lavado López.
- «Tras las declaraciones realizadas por D. José Manuel Gordillo, la familia Lavado López ha decidido redactar una carta explicando los acontecimientos que han sucedido. No pretendemos solucionar este problema a través de las redes sociales, simplemente informar a la ciudadanía de esta injusta situación.Como todos sabéis, Pepe Lavado lleva 48 años desempeñando la labor de sacristán en la Iglesia de la Purificación, mostrando su entera dedicación a esta parroquia. Tras el decreto del Estado de Alarma, sus funciones en la Iglesia se vieron anuladas,realizando el confinamiento como cualquier persona de nuestro país. Durante esos dos meses y medio, nuestro Pepe no ha recibido ninguna llamada o mensaje por parte del párroco, excepto ayer, día 29 de mayo, en la que informó a su hermana Purificación de la destitución del cargo alegando que ya se había incorporado otro sacristán. Para empezar, en lo que a nosotros respecta todo este asunto, la toma de esta decisión y cómo se ha llevado a cabo, no nos ha parecido la más idónea, careciendo de sensibilidad y empatía por parte de una persona, como es D. José Manuel, que significa tanto para nuestro Pepe. En relación al estado de salud de nuestro «Pepito», tenemos que decir que sus problemas de diabetes y corazón llevan existiendo durante mucho tiempo. Cabe mencionar una hospitalización hace 5 años en la que se tuvo que ausentar de su puesto reincorporándose semanas más tarde, siendo conocedor de este suceso el párroco. Pese a las enfermedades que padece Pepe, estas no le han impedido desarrollar todas las labores que el reverendo le ha impuesto.
- El tiempo pasa por todos e, inevitablemente, Pepe no se encuentra en las mismas condiciones físicas que antes, no siendo un argumento justificado para realizar un despido improcedente. Por tanto, nuestra familia no exige una indemnización, solo busca una disculpa por su forma de proceder. Consideramos que hay otras vías para que Pepe no se desvincule de la Iglesia, ya que puede desempeñar otras funciones que se ajusten a sus condiciones físicas. La cuestión es que Pepe siga formando parte de lo que lleva tantos años construyendo en su parroquia, por la cual se desvive a diario de manera totalmente desinteresada.
- Para él, su mayor ilusión, lo que le da salud emocional y física, su»remedio», en definitiva, su vida, es acudir todos los días del año a su segunda casa y esperamos que se le dé una oportunidad para que pueda volver al lugar que le ha visto crecer.
- Sin más dilación, la familia Lavado López quiere agradecer las innumerables muestras de cariño que el pueblo de Puente Genil ha mostrado al conocer esta noticia. Para nosotros es un orgullo que nuestro «Pepito» sea una persona tan querida por todos. En los tiempos que acontecen, personas como él son muy valiosas para nuestra sociedad.».
