Así lo ha resaltado la vicepresidenta primera y delegada de Asistencia Económica a los Municipios y Mancomunidades de la institución provincial, Dolores Amo, quien ha valorado “los esfuerzos llevados a cabo en los últimos años, ya que es trabajo de todos construir una provincia más verde de la mano de las entidades locales”.
«Esto será posible siempre que se apueste por el uso de energías renovables que potencien y generen un mayor ahorro energético y económico para las arcas municipales; apostando así por la puesta en valor de la eficiencia energética, el uso de la biomasa, las instalaciones fotovoltaicas y la movilidad urbana sostenible”, ha señalado Amo.
Éste es el horizonte que se ha marcado la institución para los próximos años gracias al programa Economía Baja en Carbono enmarcado en el programa operativo FEDER Plurirregional de España (POPE) 2014-2020 -que gestiona la Diputación, a través de las solicitudes presentadas al IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía- lo que supone una apuesta por la innovación, la rehabilitación energética y la modernización industrial y urbana.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de origen energético tienen esencialmente su origen en cuatro tipos de fuentes: la generación eléctrica, el transporte, la industria y el sector residencial y terciario. Un hecho que ha llevado a la institución provincial a trabajar determinando las “necesidades existentes en todos los municipios de la provincia de Córdoba; una ayuda sin la cual los consistorios no hubieran podido hacer frente a las actuaciones».
«La Unión Europea aporta al 80 por ciento del gasto y el 20 por ciento restante, se cofinancia entre la institución y los ayuntamientos y es la Diputación de Córdoba quien adelanta la totalidad del pago de cada actuación, recibiendo con posterioridad, cuando se ha ejecutado el proyecto, la aportación correspondiente tanto de la Unión Europea como de la Entidad Local” ha añadido Amo.
En este escenario, ha tenido un papel fundamental el grupo de trabajo de Fondos Europeos de la Corporación, quien ha llevado a cabo un importante trabajo de identificación del consumo de las energías y de los sectores que aportan un mayor potencial de reducción de emisiones.
En cuanto a la renovación de alumbrado exterior, este trabajo de campo ha identificado inicialmente 30 actuaciones -las cuales supondrán una inversión de 9.029.390 euros- que se ejecutarán en 31 municipios y que consistirán en el cambio a tecnología Led de buena parte del alumbrado público de los cascos urbanos. Esta renovación generará una estimación de ahorro económico para los ayuntamientos de 3.740.565 euros, en un periodo de cinco años.
“La eficiencia energética es sin duda una forma de reducir el consumo energético y potenciar la sostenibilidad energética y económica de los municipios de la provincia de Córdoba, siendo una opción eficaz para reducir las emisiones de CO2”, ha resaltado Dolores Amo.
En este sentido, “con esta treintena de actuaciones dejaremos de emitir a la atmósfera un total de 1.158 toneladas de CO2 al año, lo que equivale al CO2 que absorben 13.589 árboles anualmente y lo que supondría la reducción de emisiones de 2.363 coches con un recorrido de 10.000 kilómetros al año”, ha apuntado Amo. Igualmente, la vicepresidenta ha resaltado que “estas intervenciones de cambio de luminaria permitirán una reducción anual del gasto de 392.651 euros; y una reducción de la energía de un 62,63 por ciento”.
El CO2 cobra especial relevancia por su efecto sobre las condiciones climáticas del planeta debido a que es un gas de larga permanencia, es decir, es un gas que permanece activo en la atmósfera durante mucho tiempo, de ahí “su importancia para erradicar o disminuir estas emisiones”, ha concluido la delegada de Asistencia Económica a los Municipios y Mancomunidades.
En este marco, de aquí a unos años la Diputación de Córdoba contribuirá a combatir el cambio climático en sus municipios gracias al programa Economía Baja en Carbono, al que se han presentado un total de 123 actuaciones –por valor de 38,1 millones de euros–, de los que ya se han resuelto favorables 81 intervenciones.
Finalmente, Dolores Amo ha recordado que “la UE tiene como meta primordial su evolución hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono y por ello tiene marcadas como metas la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 por ciento (30% si se alcanza un acuerdo internacional); el ahorro del 20 por ciento del consumo de energía mediante una mayor eficiencia energética, además, en cada país el 10 por ciento de las necesidades del transporte deberán cubrirse mediante biocombustibles; y promover las energías renovables hasta el 20 por ciento”.
En este sentido, la Estrategia Europa 2020 debe permitir a la UE alcanzar un crecimiento inteligente, a través del desarrollo de los conocimientos y de la innovación; sostenible, basado en una economía más verde, más eficaz en la gestión de los recursos y más competitiva; e integrador, orientado a reforzar el empleo, la cohesión social y territorial.