La casa de las madres Filipenses pone en marcha otra iniciativa, bajo el nombre «operación puchero» solicitan colaboración de la ciudadana. En esta ocasión consiste en la donación de un n lote de 1 pollo,1 trozo de magro,1 hueso,1 trozo de tocino,2 chorizos,2 muslos y sobre muslos y una corteza ( avíos para hacer un buen puchero) todo ello debe estar envasado al vacío, con el fin de poder congelarlo, garantizar así poder con más seguridad e higiene los lotes. El coste es de 12 euros y el beneficio será para las familias «que ayudamos desde esta bendita casa «, apunta Rafael Villén.
Quienes quieran colaborar deberán retirar uno o varios lotes de la carnicería de Victoria, ubicada en el supermercado Día, allí se abonan y los trasladan a la casa.
No se trata de la primera iniciativa de estas características ya que tras haber sido inaugurado el 12 de enero de 1980, el Hogar de las Madres Filipenses sirvió de guardería infantil para niñas que encontraron en sus instalaciones educación y cobijo. Debido a la falta de vocaciones religiosas, en el año 2015 las monjas decidieron marchar de Puente Genil, y su antigua residencia quedó cerrada a la espera de encontrar un comprador.
Debido al paso del tiempo, el edificio se encontraba en una situación de abandono bastante considerable, nido de palomos e invadido por las malas hierbas, Rafael Villén, el pontanés que desde hace 2019 ha venido reformando desinteresadamente las instalaciones dedicándole mucho tiempo y esfuerzo. Y ha organizado diversas campañas de recogida de alimentos y atención a los más necesitados de la localidad.
