Los misereres y la solemnidad y recogimiento en mitad del ruido del demonio y la muerte de los apóstoles o de los tambores roncos de estos, que se abrieron paso a las cofradías del Viernes Santo por la noche. La mágica noche del viernes santo, que vivieron de forma muy especial los hermanos mayores, Manolo Delgado (Buena Muerte); Borja Igartua (Angustias); Antonio Gámiz (San Juan) y Antonio Cejudo (Soledad).
Las del Señor de la Buena Muerte, la Hermandad de las Angustias, San Juan y cerró el cortejo la Madre de “la Isla”, Nuestra Señora de la Soledad. Transcurrió tal y como el guión manantero prevé y la tradición de décadas de historia.
Destacar el paso de las cofradías y hermandad por la parroquia matriz de la Purificación y el encierro de cada una de ellas, en una plazoleta del Dulce Nombre que volvía a estar abarrotada.
Los cofrades mayores son Miguel Zamora, Joaquín Ruiz , Jesús Urbano y David Barrera.
