La autoría de Víctor Jiménez bajo la dirección de José Antonio Ortiz, levantó ayer al público en el estreno de la obra de teatro «La Huella de Calderón”. Una representación de altura en toda su dimensión, desde el guión, de una calidad literaria de primer nivel, pasando por la producción en todo su esplendor, la música, los personajes interpretados tanto por artistas profesionales como amateur, difíciles de distinguir.
Una comedia que se dividió en tres actos , ambientada en el barroco español del siglo XVII y final del Siglo de Oro, en 1661. Hasta 78 personas participantes, involucrados en esta obra, que de una manera u otra contribuyeron a su esplendor.
En el palco de autoridades asistieron el alcalde, Esteban Morales, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Jesús Gálvez, y concejales de los grupos políticos, PSOE, PP e IU. Así como el patrocinador, Codimar con su gerente, Damián Fernández.
Con la representación la Agrupación de Cofradías, ha conseguido trasladar la defensa de nuestra principal identidad, las figuras bíblicas, como catequesis en la calle. Personajes bíblicos que en las tablas del Teatro Circo, con un paso sigiloso y una música envolvente pusieron, aún más en valor, nuestro principal patrimonio que hemos heredado y que tiene futuro, a través de las generaciones venideras, también presentes en la representación.
El primer acto se desarrolló en la casa de Calderón de la Barca situada en C/Platerías de Madrid, donde se presenta un fraile carmelita de La Puente de Don Gonzalo para hacerle una propuesta que no podrá rechazar. En el segundo acto, se escenificó el ambiente y el esplendor de un Viernes Santo en La Puente de 1662, con un cuidado exquisito en la representación terminó con un tercer acto en el que se volvió a la casa de Calderón para desarrollar y culminar el alegato que realiza el autor de la obra por la defensa de la historia y tradiciones pontanas.
Destacar todos y cada uno de los detalles desde el vestuario, el maquillaje de los actores, y las decenas de participantes como actores secundarios que dieron una pincelada costumbrista y centrada en el contexto pontanés, con un gran realismo y profesionalidad por parte de los participantes.
La idea partió de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas organiza, en colaboración con el Ayuntamiento de Puente Genil, que cuajó sobre papel Víctor Reina Jiménez y que tomó cuerpo bajo la dirección de José Antonio Ortiz , quienes contaron con un equipo de producción compuesto por Javier Sánchez, Fructuoso Sánchez, María Castillo, Miguel Ángel Ramos, Rafael Sánchez, Jesús Gálvez y Javier Villafranca.
Con esta obra el organismo de la Semana Santa, pretendía ofrecer un evento manantero para mandar un mensaje a la Semana Santa que incide en la necesidad de conservar las tradiciones y señas de identidad. Y sin duda lo han conseguido, ya que el espectador se tiene la oportunidad de empaparse de las tradiciones más ancestrales de «mananta pontana».
Para finalizar, el autor de la obra, Víctor Reina, dijo sentirse “inmensamente feliz de haber contribuido a formar parte de este proyecto” donde “el texto ha servido de base para una creación en la que han contribuido desde el director a todos los actores que participan en la obra (en total 78)”. La idea, concluyó, “es, de algún modo, justificar y defender nuestras tradiciones y lo que tanto nos importa”.
El reparto lo integraron Federico Vergne (Enrique); Ricardo Luna encarnará a (D. Pedro Calderón); Javier Villafranca (Fray Guzmán); Lorenzo Reina (D. Andrés); Antonio A. Pino (D. Ginés); Santiago Reina (Gentilidad) y Antonio Pineda (Juicio).Han formado parte del equipo de producción, Javier Sánchez (Cartelería), Fructuoso Sánchez(Construcción de escenografía); María Castillo (Vestuario); Miguel A. Ramos (Iluminación y escenografía); Rafael Sánchez (Dir. Musical); José A. Ortiz (Dirección Escénica) y Jesús Gálvez y Javier Villafranca (Jefes de Producción).
Hoy sábado, 3 de diciembre y mañana domingo, 4 se volverá a representar a las 20:30 horas en el Teatro Circo.
