Casi uno de cada dos jóvenes cordobeses que reciben apoyo del Plan de Empleo de Cruz Roja acaba encontrando trabajo.
Los datos así lo avalan: de los 541 menores de 30 años que participaron entre 2018 y 2022 en alguno de los proyectos de empleo para jóvenes que impulsa la institución humanitaria, 238 (un 44 por ciento) consiguieron su objetivo y pudieron integrarse en el mercado laboral.
Entre las iniciativas de empleo de Cruz Roja específicas para jóvenes desarrolladas en este último lustro se encuentran proyectos como ‘Pulsa Empleo: Activación, orientación y acompañamiento a la inserción para jóvenes de Garantía Juvenil’,‘Segundas Oportunidades para la formación y el aprendizaje’ o ‘Aprender trabajando’ -enmarcados en el Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), cofinanciado por el Fondo Social Europeo, el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y la Diputación de Córdoba-, si bien también la organización también trata de dar respuesta a las demandas de este grupo de población desde otras iniciativas como ‘Itinerarios laborales que suman’ o el programa ‘Incorpora’ de la Fundación“la Caixa”.
“A través de estos proyectos activamos, acompañamos, formamos e intermediamos con empresas para que las personas jóvenes que se acercan a Cruz Roja tengan oportunidades de empleo”, explica Beatriz García, técnica del Plan de Empleo de la institución humanitaria, quien destaca además que “afortunadamente contamos siempre con empresas dispuestas a colaborar en este sentido”.
Oportunidades como las que se le presentaron en su día a jóvenes como Andrés Díaz o Verónica Rosillo, que recurrieron a Cruz Roja en busca de ayuda para encontrar trabajo y, a día de hoy, disfrutan de empleo estable en Frutas Valverde y en Sabor a España respectivamente.
“Las oportunidades las pintan calvas, así que te tienes que esforzar, echarle dedicación, ganas, alegría, siempre estar con una sonrisa en la cara, porque por muy mal que te vengan las cosas, siempre acaba saliendo el sol”, asegura convencida la joven Verónica, quien recuerda con cariño cómo llegó a Cruz Roja en un momento en el que estaba “bastante triste, un poco perdida, sin saber dónde ubicarme en la vida” y salió con empleo nada más terminar el curso y con una formación que le brindó la posibilidad de estar hoy día “muy contenta” con su trabajo en la tienda de Sabor a España ubicada en la Judería.
Una historia con “final feliz” similar a la de Andrés Díaz, que también entró en el Plan de Empleo de Cruz Roja, en los itinerarios para jóvenes, y tras hacer las prácticas en Frutas Valverde, lo llamaron para un contrato y ahí sigue, cuatro años después.
“Historias como estas y las cifras de inserciones que manejamosnos invitan a pensar que nuestros esfuerzos para la promoción del empleo juvenil dan sus frutos, pues estamos generando oportunidades de formación y empleo para que nadie se quede atrás”, subraya Beatriz García.
En la consecución de estas cifras es clave el apoyo de las empresas. “Cuantas más colaboraciones tengamos por parte de la iniciativa privada, mucho mejor, pues más posibilidades habrá de reescribir su futuro para todos esos jóvenes que están hoy día en busca de una oportunidad laboral”, concluyen desde el Plan de Empleo de Cruz Roja.
Las iniciativas de la entidad mejoran la empleabilidad de estos jóvenes a través de acciones de orientación, donde descubren sus capacidades, intereses y ocupaciones que se ajusten a su perfil;acciones que motivan y acompañan para que retomen y finalicen estudios; acciones que mejoran su cualificación profesional a través de una formación diseñada con las empresas desde un enfoque de aprendizaje práctico y la adquisición de experiencia en entornos reales de trabajo. Todo ello atravesado por la mejora de sus competencias digitales, clave para adaptarse a los cambios que la transformación digital está trayendo en la sociedad y en el mercado de trabajo.