Ayer Viernes Santo se celebró el día más genuino de Puente Genil, casi veinticuatro horas de procesiones en la calle. Un día mágico en el se conjugaron muchos elementos. En la madrugada del Jueves al Viernes Santo, con la interpretación por parte del Imperio Romano de la tradicional Diana a Nuestro Padre Jesús Nazareno, una pieza musical compuesta por Manuel Medina a mediados del siglo XIX cuya interpretación congregó a miles de personas en la Plaza del Calvario. Durante la mañana los miles de pontanenses y visitantes disfrutaron de distintos momentos como las reverencias de las figuras bíblicas, la representación del sermón del paso o el paso del «Terrible» por el puente de Miragenil. Junto a las imágenes del Cristo de la Misericordia, y la belleza del paso de la Virgen de los Dolores. Además las figuras bíblicas realizaron las tradicionales «reverencias» al Patrón.
La noche quedó parcialmente deslucida porque la Cofradía de María Santísima de la Soledad, ante el pronóstico de lluvia, solo procesionó durante una hora y media. Por lo demás, no cabía ni un alfiler. De nuevo, la calle abarrotada para disfrutar de los titulares del Cristo de la Buena Muerte, la hermandad de las Angustias, y San Juan, que junto al demonio y la muerte, vencedores frente a Jesús de Nazaret, ya muerto en la cruz, volvieron a dar la magia del momento. Otro momento, muy popular fue la interpretación del conocido Trípili a San Juan .