Más de 25 años de compromiso con las empresas familiares. Ese es el legado que respalda la actividad que se ha organizado esta tarde en el Casino Liceo, en el marco de la Cátedra BBVA de Empresa Familiar, una iniciativa que continúa cultivando conocimiento y experiencias con el objetivo de fortalecer uno de los pilares económicos más importantes de nuestro país: la empresa familiar.
En esta nueva edición, el encuentro ha girado en torno a una herramienta clave para la sostenibilidad de estas organizaciones: el protocolo familiar, un instrumento diseñado para evitar conflictos y facilitar la convivencia entre las dinámicas familiares y las exigencias empresariales.
La actividad ha contado con la participación de antiguos alumnos, quienes aportan una visión enriquecida sobre cómo afrontar los cambios del mercado y las nuevas realidades familiares. Porque, como se subraya durante el encuentro, “las familias crecen, los escenarios cambian y las empresas deben estar preparadas para gestionar esos procesos con madurez y visión a largo plazo”.
José M. Pérez, socio de Garrigués y uno de los responsables del acto, ha destacado que “el protocolo familiar no es solo una fórmula jurídica, sino una herramienta de gestión para anticiparse a los retos que trascienden lo puramente empresarial”. Según ha explicado, el protocolo aborda no solo salvaguardas legales, sino también acuerdos entre accionistas, líneas sucesorias y normas de gobernanza interna que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el conflicto.
La actividad se ha concebido como una charla-coloquio, donde se entrelazan teoría y práctica a través de testimonios reales y análisis compartido. “Se trata de hablar claro, desde la experiencia, sobre qué es un protocolo familiar, qué incluye, cómo se aplica y qué beneficios reales tiene para las familias empresarias”, puntualiza Pérez.
El alcalde, Sergio Velasco, y la teniente de alcalde Tatiana Pozo también han estado presente en el acto y subrayado la importancia de estas iniciativas para el tejido empresarial local. “El protocolo familiar es una herramienta de trabajo fundamental; todas las sociedades familiares deberían plantearse su redacción como impulso a sus propios retos. Desde el Ayuntamiento, apoyamos este tipo de encuentros y nos ponemos a disposición para seguir trabajando juntos”, señala.