La peregrinación diocesana hacia el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en la provincia de Cáceres, una actividad que este año alcanza su vigésimo octava edición con la participación de cerca de 800 personas, de los cuales aproximadamente sesenta jóvenes son de Puente Genil. Quienes han portado una gran imagen de Jesús Nazareno «El Terrible», una réplica recogida en una pancarta.
Ayer sábado los pontanos y cordobeses retomaron retomado su camino hacia Guadalupe, un municipio de algo menos de 2.000 habitantes que se sitúa en la comarca de Villuercas-Ibores-Jara.
En este tramo de la peregrinación, los jóvenes recibieron catequesis y compartieron experiencias de fe, además de conocer el testimonio de otros chicos y escuchar a los sacerdotes, religiosas y seminaristas que los acompañan. Hoy domingo, por fin, se celebra la misa en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe la eucaristía presidida por el obispo de Córdoba.
La peregrinación hacia el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe –considerado como uno de los mayores símbolos de Extremadura– celebró su primera edición en 1995 gracias al impulso del entonces titular de la Diócesis, Francisco Javier Martínez –hoy arzobispo de Granada–, quien confió la dirección técnica y logística de la actividad –que reunió a 850 personas–.
En el inicio de su homilía de partida Demetrio Fernández aseveró que «lo contrario del miedo es la esperanza» y, por eso, siguiendo el Evangelio de San Lucas, los invitó a no tener miedo y a vivir en la confianza de que “Dios nos ama y nos perdona gratuitamente porque es rico en amor y misericordia para con nosotros”.
