El portavoz de Izquierda Unida, Jesús David Sánchez ha denunciado que la dinámica de las intervenciones que se están realizando en materia urbanística se limita a “cambiar unas losas por otras, sin que haya nuevas zonas verdes, ni adaptaciones que mejoren sustancialmente la accesibilidad para personas con movilidad reducida”. En una comparecencia ante los medios de comunicación en la Cuesta del Molino, junto a la calle Feria, Sánchez dijo que “se sigue sin hablar con la gente, ni con los vecinos, ni con el colectivo de personas con movilidad reducida para ver que lo que se hace se adapta a sus necesidades”.
Sánchez explicó que la propuesta de IU pasa por abrir el urbanismo de Puente Genil a la participación ciudadana, con una escucha activa. “Queremos que se establezca un diálogo activo con la vecindad, con los colectivos afectados cuando haya obras de cierta envergadura y, a partir de ahí, tomar decisiones y explicar por qué se toman algunas decisiones. Vamos a reincidir en esa propuesta de urbanismo participativo que establezca un mecanismo de intervención, de forma que, por ejemplo, en la calle Feria, se pregunte al colectivo de personas con movilidad reducida si la manera en la que se han distribuido las rampas o se ha proyectado la actuación, con bordillos que todavía siguen siendo altos, se adapta a sus necesidades, porque todos los ciudadanos tenemos el mismo derecho a transitar por nuestro pueblo en igualdad de condiciones”, esgrimió.
El concejal de IU recordó que esta misma propuesta fue llevada a Pleno en 2017, encontrando el rechazo de PP y PSOE, por eso, ahora, “muchos años después, y tras ver que el tiempo nos ha dado la razón, porque muchas intervenciones urbanísticas no vienen a mejorar los barrios ni la vida de los vecinos porque no se cuenta con su opinión, lo que esperamos es que PP y PSOE sí se abran a esa escucha activa y si tengan a bien escuchar a los vecinos y establecer ese protocolo, entre otras cosas, porque ahorra dinero, porque lo caro es dedicar cientos de miles de euros a una obra como esta y tener que volver a dedicar dinero después a hacer las mejoras que podían haber proyectado sobre plano, no sólo desde un punto de vista técnico, sino simplemente escuchando a los vecinos”.