Muy buenas David, y muchísimas gracias por atender la invitación de Puente Genil Ok.
Alvaro de la Fuente: La primera pregunta es obligada: ¿Cómo llevaste, desde el punto de vista artístico y profesional, los duros meses del confinamiento?.
David Pino: En relación a la actividad profesional propiamente dicha, poco te puedo decir que no imagines: un parón a todos los niveles. En el gremio se han buscado alternativas para suplantar la magia del directo con emisiones telemáticas, ya sean elaboradas o más o
menos espontáneas pero, sinceramente, anímicamente sentía que no era el momento de exponerse, sino más bien para la reflexión.
En cuanto a lo artístico, me ha servido para ordenar, recuperar y poner al día material que de alguna manera estaba disperso en mi archivo, lejos de la vorágime que, sobre
todo este año, me impedía poder hacerlo de manera habitual.
Alvaro de la Fuente:¿Qué efectos, en términos generales, crees que está provocando la pandemia en el mundo del flamenco?.
Obviamente, los estragos económicos que están repercutiendo en el bienestar de los profesionales, ante el parón de actividades. Sin artistas no hay arte y,desgraciadamente, muchos de mis colegas y amigos están buscando su modo de vida en otros lugares. Ojalá termine pronto toda esta locura.
Alvaro de la Fuente: ¿Crees que cuando salgamos de ésto –algún día se tiene que acabar- el mundo profesional del flamenco se tendrá que repensar y adoptar estrategias más saludables? Me refiero a dos aspectos muy concretos: la gestión de la subvención pública destinada al flamenco y una mentalidad más profesional entre las peñas, entidades, empresarios y los propios artistas con relación al polémico asunto de la contratación. Hemos visto, por ejemplo, cómo muchos artistas (algunos de ellos con una presencia continua en el circuito profesional del flamenco) no han podido recibir las diferentes ayudas gubernamentales por no haber cotizado lo suficiente…
La crisis anterior ya empezó a marcar un camino, que desgraciadamente la actual ha venido a reforzarlo. Hemos tenido tiempos en que las subvenciones se otorgaban de manera alegre, en ocasiones con el único argumento para que así fuese, que la persistencia en marcar el número de teléfono del despacho de turno. Sinceramente, no creo en esa profesionalización en el mundo de las peñas porque, en la mayor parte
de los casos, las mismas están dirigidas por aficionados de buena voluntad sin mayores aspiraciones que pasarlo bien, como por otra parte me parece lógico. Ello unido al momento de crisis que desde hace años vivimos en las peñas, que no encuentra el relevo generacional deseado.
Alvaro de la Fuente:Hace ya un año que accediste al cargo de Director de la Catedra de Flamencología de la Universidad de Córdoba. ¿Cómo te fue en el tiempo anterior al confinamiento? ¿Alguna dificultad digna de mención? Me dicen mis fuentes que están muy contentos contigo, y, sobre todo, que has superado con nota la labor del anterior director…No especialmente, más allá de lo que puede suponer llevar a cabo la gestión de un entramado algo complejo y desconocido para mí hasta el momento, puesto que mi función no se limita, ni mucho menos, a la docencia propiamente dicha. Me he sentido, tanto por parte del alumnado como de las instancias responsables en la Universidad, absolutamente arropado. Este mi primer curso me ha servido para aprender y tomar nota de aquellos aspectos que sin duda, son susceptibles de mejora.
Alvaro de la Fuente: La actividad para este curso de la Cátedra viene marcada, evidentemente, por la pandemia. ¿Cuáles son las líneas generales que te has trazado para que, en las complejas circunstancias actuales, siga ofreciendo, con aceptación entre los aficionados, una programación atrayente?.
Primeramente, estamos en plena adaptación, con el fin de que las clases sean semipresenciales. De hecho, hubiésemos empezado, como siempre, en octubre, pero decidí que era mucho más prudente darnos un tiempo para llevar a cabo una óptima reconversión. Efectivamente, la gran novedad de este curso 2020/21 es que, por vez primera, podrá seguirse de manera telemática desde cualquier lugar del mundo.
Además, teniendo en cuenta que el confinamiento nos sorprendió en pleno desarrollo del curso, la idea es retomar la programación justo donde quedó y continuarla hasta el final. A partir de ahí, la completaremos con un programa que continuará en la misma línea que la anterior, intentando articular el rigor científico que se espera en una Universidad, con el atractivo artístico y pedagógico.
Alvaro de la Fuente: Con relación a tu trabajo de docente en el Conservatorio, ¿cómo se ha presentado el inicio de este curso? ¿Ha habido un descenso en la matriculación de alumnos?.
La demanda en inscripciones ha venido a ser la misma. Hemos de tener en cuenta que nuestras enseñanzas tienen carácter oficial y muchos estudiantes acceden a las mismas con el propósito de obtener una titulación académica que les faculte para ejercer en el futuro como profesores. En tiempos actuales, es una vía para el mundo artístico que cobra mayor sentido que nunca. En cuanto a las clases, hemos diseñado
un plan B, que ojalá no haya que llevar a cabo, para garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de forma telemática.
Alvaro de la Fuente: Por desgracia, la actividad flamenca durante este verano ha sido casi nula. La mayor parte de festivales y recitales han sido anulado por las diferentes administraciones. ¿Crees que éstas deberían de haber apostado por otros formatos para de alguna manera no abandonar a los miles de familias que viven de este arte y que encuentran en el verano su gran período de ganancias?.
Imagino que la primera retransmisión que hubo de un partido de futbol o una corrida de toros debió ser algo chocante para propios y extraños. Sin embargo, hoy día es de lo más normal aunque, ni que decir tiene, una pantalla de televisión nunca podrá suplantar las sensaciones que nos embargan al entrar en una plaza de toros: el aroma, el ambiente, el sonido que produce el roce de las pezuñas de un toro en el albero, etc.
Por tanto, me parece que es momento de adaptarnos en este sentido, y apostar por las emisiones para el gran público de manera telemática. Total, al fin y al cabo, hoy día ya no hay evento musical que no sea grabado mediante un teléfono móvil y al día
siguiente o de manera instantánea, ya esté en las redes.
Alvaro de la Fuente:Por cierto, el festival de Puente Genil se celebró de manera online y con la circunstancia, en mi opinión, algo extraña que a pesar de que días antes se anunciase su celebración con la asistencia de público (al cumplirse con todas las medidas sanitarias y de seguridad), finalmente se celebrase sin el mismo. ¿Cómo has vivido el previo y el durante del festival?.
Me lo tomé como si estuviese en un plató de televisión. De hecho, los músicos de mi formación nos colocamos en semicírculo, como si estuviésemos en casa ensayando, puesto que no había público presencial. Sin embargo, desde el punto de vista de mi compromiso, el estado anímico era como siempre, puesto que la exigencia era si cabe
aún mayor, ya que finalmente actuamos para más público que nunca. Me sentí muy bien y, sobre todo, con muchas ganas.
Bueno David, que te vaya todo bien. Un abrazo enorme y te volveremos a invitar cuando acaba todo esto, que seguro será más pronto que tarde.
Ahí estaremos. Pronto veremos todo ésto como un mal sueño que nunca debimos tener.